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¿Cuándo y por qué decantar un vino?

Los amantes del vino ya deben haber oído hablar de la importancia de decantar la bebida. Ahora bien, ¿sabes por qué es tan necesario el proceso antes de degustar ciertas etiquetas, especialmente los tintos? 

¡Entiende ahora todo lo que necesitas saber sobre cuándo y por qué decantar un vino!

Técnicamente, decantar significa pasar suavemente un líquido de un recipiente a otro para separarlo de un sedimento sólido, evitando que llegue a la taza. Para ello, el decantador es el accesorio ideal: una especie de vasija en la que se transfiere el vino para separarlo de las llamadas “heces”, que pueden aparecer en el fondo de la botella. 

Los sedimentos o lías son procesos naturales y están presentes en todos los vinos. Es importante recordar que la decantación no solo sirve para eliminar los lodos del vino, sino que también hace que la bebida “respire”, permitiendo la liberación total de aromas que mejoran su sabor.

Teniendo en cuenta el objetivo de oxigenar el vino en el proceso de decantación, el propio envase decantador tiene una forma -con una amplia superficie por debajo- que proporciona un mayor contacto del líquido con el aire.

Con respecto al momento ideal para la aireación del vino, no existen reglas sobre cuál sería el ideal. Como referencia experta, una hora es tiempo suficiente para vinos más ligeros y jóvenes.

En el caso de un producto más espeso, la exposición al aire debe ser más prolongada, hasta 6 horas. 

Paso a paso para decantar el vino:

  1. Deje reposar la botella durante unas 12 horas;
  2. Evite tirar la botella o agitarla durante este período;
  3. Retirar la cápsula que rodea el cuello para facilitar el seguimiento del movimiento de los sedimentos;
  4. Vierta el vino con cuidado y lentamente en la jarra;
  5. Cuando la botella esté en un ángulo de aproximadamente 45º, verás que casi todo el vino ha entrado en el decantador; 
  6. Este último líquido de la botella debe colocarse en una taza. Aquí es donde estarán las heces, si las hay;
  7. Muchos profesionales usan una vela o un foco contra la botella cuando se transfieren al decantador, como una forma de controlar mejor los lodos.
  8. Deje reposar el vino durante aproximadamente una hora. Los vinos estructurados más viejos requieren un poco más de tiempo de descanso.
  9. Servir inmediatamente.

Cuando no decantar el vino

Además de saber cuándo es importante decantar el vino, es fundamental entender cuándo no exponer la etiqueta a este proceso. Los vinos muy jóvenes, de entrada, de poca complejidad o con poco color no necesitan decantarse. La acción puede hacer que pierdan sus aromas.

En el caso de vinos muy añejos, de décadas de almacenamiento, hay que tener mucho cuidado con la decantación.

La jarra debe tener un cuello corto y la gota de líquido debe ser lenta y suave. De lo contrario, el vino puede perder todas sus características. En ocasiones, se recomienda servir inmediatamente en copa para que el vino no sufra este golpe. 

A la hora de disfrutar de vinos blancos y espumosos, la decantación tampoco es lo ideal. Esto se debe a que estas etiquetas rara vez tienen sedimentos que deben pasar por el proceso para incorporarse a la bebida. En el caso de los vinos espumosos, la decantación todavía hace que la bebida pierda su efervescencia.

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